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domingo, 18 de febrero de 2007

Lectura y Vida

En medio de los problemas, leer ... quizás sea como el querer conciliar el sueño poniendo la confianza en algún relato, en alguna lectura que nos atrapa y nos pone frente al mundo embriagante del espíritu.

Pensar, estar, respirar ... ideas vagabundas de infinitos minutos, un eterno estar donde el mundo frente al persistir obstinado en la existencia. Vaciedad, mezcla de sonidos brumosos, olores e imágenes bosquejan el cuadro de mi vida.

Sopor que como el aire se mezcla por doquier, matizando en semitonos indefinidos hasta los mismos opuestos extremos de la realidad. Ya nada distingo, sin interrupción tomando forma en la uniformidad del continuo.

¿Que hacer cuando los valores mas queridos se ven ignorados al extremo de emplear los opuestos entre los mismos seres que uno quiere?

¿Dejar simplemente que se deterioren y se arreglen sin mas? ¿Que sucede cuando una de esas personas es la que debe mantenerlos en alto y se arrastra contra ellos?

¿Que palabras? Nada solamente nada ... lo vulgar como diversión, como pasatiempo, como una forma de vida que se acepta como mejor. Hedonismo extremo, egoísmo como sola respuesta a la abnegación al respeto. Justificación completa de cada uno de los actos como respuesta de conciencia, ya que el mal está en el otro como su causa.

¿Que valores de una lectura, del espíritu que triunfa contra toda chatura?

Estoy como vencido, molesto y en un estado de tensión frente a lo que me pega como inevitable. La inevitable superficialidad. No se como poner valores donde sistemáticamente son destruidos. La abulia, la desidia, la pereza son cada vez mayores. Son las respuestas que se da en mi entorno más íntimo.

Solo la satisfacción personal tiene fuerza. El espíritu de sacrificio por el otro mas cercano ya no existe, o es tan débil que sacarlo a fuera exige un tremendo esfuerzo del que cada vez soy más inútil, mas "dramáticamente" inútil...

No hay vergüenza, o mejor dicho, solo existe una vergüenza cuando no se piensa o hace lo que da vergüenza. Lo normal, lo que está bien o mal queda solamente ligado a esas opiniones sujetas al término:
"moda", "lo que todos hacen", "lo que se usa", "o dice o lo hace tal o cual personaje armado del mundo creado por los masmedias"

Que criterios, que bien, que aporte al futuro del hombre añaden, para que tengan tal poder?
Ninguno.
El poder lo tienen por lo que se maneja o se construye.

El Gran Hermano maneja y dirige lo que debe pensar, como se debe pensar, que se debe usar que se debe querer. El único parámetro es el económico. El mecanismo, es la opinión de una masa cada vez mas automática, mas inhumana.

Amistad, valorar al ser humano concreto sujeto a una "opinión" masiva de apuesta numérica.
Caso de "Gran Hermano", caso de humor Tinelli o Midachi. Lo vulgar tiene su reino, y no cabe ya lugar para los sentimientos más nobles, porque eso exigen obligaciones y compromisos que van lejos de la "opinión" mediática que genera fuertes ingresos a las empresas de comunicaciones y exparsimiento, extremadamente ligadas entre si, cómplices del manejo de la opinión pública, del sentimiento colectivo, representado en personajes que juegan
el papel de quienes dirigen los programas, dirigiendo las opiniones en conclusiones forzosas guionadas con fines de éxito de audiencias, que paulatinamente se alimentan y sondean con estadísticas y técnicas de marketing extremadamente controladas.

Matemos las ilusiones, matamos miles de sueños, matamos las esperanzas, matamos al ser humano.
Es cuestión de tiempo. Aunque la vida pelee por existir. ¿Será una vida humana?
Cada vez más rápido se deshace el tiempo, se produce el transcurrir de los sucesos que en definitiva marcan el transcurso del tiempo. Darle tiempo al tiempo para que se tome conciencia de este genocidio masivo. ¿Hasta cuando? ¿quienes tomaran conciencia? ¿Serán suficientes?

El mundo es para pocos.

1 comentario:

SB FOTOGRAFIAS dijo...

Realmente o mundo é para poucos meu amigo, quem nÃO TIVER SANGUE NA VEIA NÃO SOBREVIVE A ISSO TUDO !!!!

Henri Poincaré

Henri Poincaré
"Una palabra bien elegida puede economizar no sólo cien palabras sino cien pensamientos"